14 septiembre 2010

Voyage, voyage.

Viajar es lindo... A veces uno tiene la suerte de hacer un viaje largo, otras uno cortito adentro de la ciudad, para llegar al trabajo. Ambos casos pueden resultar placenteros... o, como ocurre mayormente, una tortura.
En viajes largos, jamás he tenido la suerte de bajarme del micro y pensar "Qué lo parió, qué bien viajé!" Por el contrario, cuando hace calor afuera, viajo cagada de frío, y cuando afuera hace frío... adentro te dan ganas de ponerte en bolas! Eso si no se rompe el coche y quedás varado en San Jacinto en la mitad de la ruta esperando que llegue el reemplazo unas cuatro horitas, o simplemente hay que esperar que llegue el mecánico, porque es una pavada, viste? Pero los choferes no pueden arreglarlo.
 Si es un viaje largo en tren, se te suicida uno y tenés que esperar que se despierte el juez con jurisprudencia en Villaojete, donde se tiró el desubicado que no pudo esperar a que el tren llegue a destino porque estaba muy apurado por morirse y no le importó la manga de pelotudos que teníamos ganas de llegar a algún lado. O descarrila... pero eso no es culpa de ningún boludo más que del boludo que da subsidio sin fijarse las condiciones de las cosas.
Si viajás en auto.. bueno, problema tuyo. Con quién te vas a quejar?
Viajes cortos... básicamente lo mismo pero con miles más de opciones, y el riesgo latente de que te pase una todos los días... o peor: Una a la ida y otra a la vuelta.
Cosas que pueden pasarte? Infinitas.
En subte. Que venga más lleno que el neceser de Mc Gyver, que te apoye un gil, que te suene la sirena que avisa que se cierra la puerta JUSTO AL LADO DEL OÍDO (qué cuesta ponerlas afuera?). Al igual que un bondi. Hoy que llueve, me tocó un bondi con goteras!!! Qué pintoresco, no señora? Y para cuando pude conseguir un asiento, el gordo que venía en el de al lado se había ocupado un asiento y medio, así que tuve que arremangarme el culo para poder sentarme... Después tenés al pelotudo que no sabe que se inventaron los auriculares, y va musicalizando el colectivo con Daddy Yanquee. Tres filas más adelante, una boluda musicalizando , a su vez, con Ricardo Montaner... la señora que no sabe donde carajo se baja, y el que se pasa todo el viaje bloqueando la puerta y parece jamás cansarse de responder que no se baja en la parada que viene.
El taxi, básicamente depende del tachero que te toque. Si te toca charlatán, para cuando te bajes vas a saber vida, obra y nombre de las novias que tiene el señor. Si te toca calladito, lo más probable es que te lleve a la velocidad de un pedo líquido y llegués agaradeciendole a Jebús el haberte bajado con vida. Puede pasar muy seguido que un chofer extrañe el gobierno de "Las botas" (Piel de gallina...) y quiera matar a todos...
Y caminando... si llueve (como viene pasando seguido) viene la vieja petisa con el paraguas a la altura de tus ojos, no te esquiva y te lo clava!, el del bondi te tira agua hasta la cintura, y el semáforo que no corta más.
Si no llueve... no mucho, a lo sumo tenés esperar que la masa de gente caminando por las vereditas ínfimas del microcentro, se digne a pedirle permiso a una pata para mover la otra.
Ya inventarán la teletransportación!

2 comentarios:

Anónimo dijo...

no te alegres tanto de que se invente el teletransportador porque en tu caso, en medio de la teletransportacion se puede cruzar, y ya no te digo una mosca o algo que camina, con la mala leche que tenes se te cruza un arbol, dios sabe como pero se te cruza y volves a aparecer con raices en medio de una calle, clavadita en la calle para que te pise un camion, o en todo caso, cerca de botnia lista para ser acerrada!

Anónimo dijo...

jajajajaja me quede pensando intrigadisima, como hiciste para arremangarte el culo? jajaja sos genial!!! lo mejor es que, como te conozco mucho, se la cara de orto con que contarias esta queja y utilizando todo ese vocabulario gracioso y...me da mas risa!!!