29 septiembre 2010

La feminista mató al macho.

En algún momento, una parva de Susanitas se hartó de ser señora de su casa y se puso a revelarse. Por culpa de estas huevonas, ahora no lográs que te den el asiento en ningún lado. Basta estar en un colectivo y echar un vistazo alrededor para ver que los tipos van sentados y que tan pronto se desocupa un asiento, si una mina no se apura, un flaco aplasta los huevos y la mira con cara de "Tenés que ser más rápida". Estas Susanitas que no querían usar corpiño nos negaron el derecho a tener AL MENOS la fantasía de que cuando te cases, vas a dejar de trabajar y dedicarte a pintar tapitas de frascos. Estas señoras me dejaron (porque ya no me importa nadie más) sin el derecho a decidir si ser ama de casa y dedicarme a limpiar y tener cositas bonitas bordadas por mí... claro que las puedo tener y limpiar la casa.. de hecho me sigue tocando esa tarea, pero también tengo que laburar para mantenerme! Y lo peor del caso es que estas señoras criaron hijos y formaron pelotudos que cuando llueve, caminan con el paraguas abajo de los techitos y te hacen mojarte como la más boluda mientras los esquivás.
Hoy por hoy, cuando un flaco te invita a salir, tenés que revisar la billetera, porque te va a tocar pagar. A menos que esté muy caliente y ante el comentario "Mejor otro día porque no tengo un mango" Te diga que te invita él, total otro día invitás vos. Todo bien con la repartija de gastos.. pero si querés que me comporte como una nenita y te haga quedar bien con tus amigos, cada tanto pagate una birra.
Una vez, un amigo me contó que conoció una chica por Internet. "Me terminó invitando a la casa, le llevé un chocolate y todo bien con la flaca, pero había comprado una sola cerveza". El chabón se ahorró el telo, el forro y la salida y encima se quejó de que ella sólo había comprado una cerveza. Que se joda por estúpida, estamos de acuerdo. Pero son esas feministas liberales las que extinguieron al macho argentino que no te dejaba caminar del lado de la calle, que te abría la puerta y te invitaba a salir sin esperar que pongas la mitad o al menos pagues el postre además de obviamente, ser el postre. Porque tan pelotudos se pusieron que si salen con una flaca que no entrega de una, se dedican a sacarle el cuero como si fueran un Adonis irrechazable. Te tengo un notición galán: A veces, la mina no te da bola, no sólo por amarrete, sino por feo.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Jajajaja... vale, te cuento que algunos no somos "el macho argentino", pero a veces intentamos ser caballeros...no se, si estoy con una chica y hace frío, no puedo evitar sacarme mi campera y ponersela sobre su espalda... si la invito a salir, no me gusta que insista en pagar algo, yo soy el caballero, es mi obligación invitarla...en fin, esa es la idea al menos... una cosita, no he observado faltas de ortografía en tus textos, pero me extrañó el revelarse que pusiste al comienzo de la nota...es que salieron a la luz o que la rebelión era cortita? Saludos, Alex...

Valeria dijo...

Ay si, por suerte no todos son iguales...y quedan muchos caballeros cordiales, pero hablar de lo bueno no es tendencia y yo no soy quien para andar rompiendo tendencias!!! y lo de la "Revelion" pongamosle que fue error de tipeo jajajaja.

Candela dijo...

La pura verdad,aunque en este último tiempo me toco conocer uno o dos caballeros, realmente me sorpredí, todavía existen!