25 octubre 2010

La empresa del sindicato.

Y no me refiero a la empresa en sentido de la tarea que realiza. Sino de la empresa como organismo lucrativo. Eso contra lo cual los sindicalistas se supone que luchan, para evitar la explotación del trabajador.
Los dirigintes sindicales, de un tiempo a esta parte, se han convertido en dueños de empresas, contratan trabajadores, los enlistan en los sindicatos que lideran, y ganan por partida doble: ganan los aportes y ganan por la producción.
Son los mismos sindicalistas que permitieron la Ley de Flexibilización Laboral, los mismos que no protestaron cuando se implementaron los contratos basura (como ellos mismos los llaman) y los mismos que permitieron que se pudiera abusar del período de prueba, lo cual permite que las empresas contraten a perfectos inútiles, los tengan trabajando por 3 meses y los echen con un "Gracias, vuelva prontos". Hoy por hoy, los sindicalistas gordos se preocupan por engrosar sus bolsillos sin velar realmente por el bienestar del trabajador, y los delegados sindicales se dedican a romper las pelotas a las empresas medianamente honestas, hasta que la empresa se vuelva deshonesta, transe con el sindicato en cuestión y pueda romperle el orto a los empleados sin ningún tipo de consecuencia. La ganancia del sindicalista y el delegado? Eso, lucro. Como siempre el vil metal en el bolsillo de ellos y en el de nadie más. Así es como terminan a los tiros entre ellos mismos. Lejos quedaron los abuelos anarquistas y socialistas que querían mejoras, estabilidad  e igualdad laboral. Los bisnietos que lideran hoy, bien podrían morirse que no me harían caer una lágrima. Lejos de eso. Ojalá algún día tengan todo lo que se merecen.

El sindicato que ME OBLIGA a aportarle, está a punto de dejarme sin laburo. Eso no es Sindicalismo. Es menemismo papi.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Claro, por eso estabas sentada en la mesa de votos cuando fueron las elecciones sindicales, una lástima tanto lobby desperdiciado... no?

Valeria dijo...

No. En la mesa de votos estaba de fiscal. No hice lobby ni me interesa ser representante sindical. Sólo me interesa que el sindicato deje de cagarme y que no haya fraude en las elecciones... Te molestó?

Anónimo dijo...

Bueno todos sabían muy bien porqué estabas sentada ahí aunque vos digas otra cosa y la verdad no me molesta para nada, al contrario me pone feliz la búsqueda de tu bienestar.

Valeria dijo...

Y qué es lo que saben todos que yo no sé?