20 diciembre 2010

El viaje del hippie.

Una vez me tocó hacer tiempo en la terminal de Bahía Blanca. Hace rato que no paso por ahí y no sé si la habrán mejorado.  Pero en  ese momento estaba reformada a nueva pero sin las franquicias adjudicadas. Entonces, sí... pasé cinco horas en una terminal donde lo único que había era una cafetería con sobreprecios y un kiosco que no vendía cigarrrillos, pero sí cassettes. En Bahía Blanca tal vez todavía escuchan cassettes de Pimpinela y Palito Ortega... qué sé yo...
Sentada en un banquito mirando la nada, noté que un perro se resguardaba del frío a unos metros de mí.
Paseé un rato por las vidrieras vacías, miré como charlaban los de limpieza que no tenían nada que limpiar y volví a mi asiento. Aburrida, después de un rato decidí sacar a pasear la valija de nuevo... pero se me cruza el perro, que respondía al llamado de un hippie que  me dice -"Tengo Fernet casero, querés?"
 -"Ehhh... no gracias... todavía ni almorcé... porque son las cinco de la mañana..."
-"Ah claro... yo viajo a Buenos aires a conocer a mi nieto. Tengo 38 años y soy abuelo"
-"Que bien... yo tengo 30 y no soy nada"
-"Ja! Jajá!"
-"Chau, suerte con tu nieto"
-"No lo que pasa es que mi hija ya tiene 18, vos no tenés hijos?"
-"No, me estaba yendo a dar una vuelta. Suerte"
-"Y por qué no tenés?"
-"Porque son muy caros... nos vemos."
-"Esperá, sentate. Tenés razón que son caros, nunca se me había ocurrido!!! Y para donde vas?"
-"A Pigüé". Aburrida como una ostra, me senté a escuchar la historia de su vida. Vive en Villa La Angostura con catorce personas más en una casita que se compraron entre todos hace varios años, no ve a la hija desde hace ocho años y viaja a Morón a conocer a su nietito. Después de la historia, sigue el interrogatorio.
-"Y es lindo Pigüé?"
-"Si, es un lindo lugar. Tranquilo. Tiene lindos lugares."
-"Y a que hora sale tu micro?"
-"A las seis.... ya falta poco por suerte!"
-"Ah y en qué ventanilla venden el boleto? Porque yo tengo que esperar hasta las ocho de la noche que sale el tren para Buenos Aires y viste que la onda de ser mochilero es conocer varios lugares..."
-" Ah... mirá vos"
-"Si si y que empresa va?"
-"Y.... varias... no sé..."
-"Cómo no sabés!!! Vos cual te tomás?"
-"Yo compré boleto en el Andes...valier...Río...delsur"
-"Ahh buenísimo voy a ver si lo encuentro así conozco Pigüé!!!"
-"Como vos quieras... pero si no te gusta no me eches la culpa... los gustos varían de uno a otro".
Desaparece y aparece en la cola para abordar.
-"Hola amiga!"
- (Entredientes) "Qué poco me conocés..."
-Sí! Me voy a conocer tu pueblo. Me dijeron que tiene un parque re copado! Y que es una ciudad muy bonita... Qué número de asiento tenés?"
-"Cuatro."
-"Uhhh yo tengo el veintiocho..."
-"Qué bien!!!! Bueno que la pasés lindo".
Sube al micro. Yo ya estaba sentada y le pide a la señora al lado mío que le cambie el asiento... para poder viajar con "su amiga".
La señora, cortesmente, se levanta y se va al asiento veintichoto.
-"Qué bueno me vas a poder ir contando de Pigüé!"
-"No... la verdad no. Yo voy a dormir. Disculpame pero vengo viajando desde Neuquén y no dormí casi nada así que te voy a deber la charla."


El hippie se abraza a su morral de colores, sonríe mostrándome sus encías con gingivitis... Se saca el gorro tejido de sietemil colores, saca la botella de Fernet casero hecho con hierbas que el mismo cosechó en Córdoba, toma unos tragos directamente de la botella y deja de emitir palabras para empezar a emanar olor a hippie. Olor a chivo, pata, bola, tierra y días de no cambiar de ropa invaden el espacio cerrado del micro. Yo de verdad no había dormido casi nada y me desmayé hasta Pigüé. Me despertó para preguntarme si Dufaur era Pigüé... le dije que sí medio dormida pero no funcionó. Cuando me desperté en Pigüé el hippie seguía al lado mío y el pasajero de atrás de mi asiento comentaba con su compañero de asiento que hubiera sido cortés ponerse desodorante al menos.
Mi papá me había ido a buscar así que me subí al auto y no volví a saber del hippie abuelo nunca más. Me había dicho que se iba a tomar el tren directamente en Pigüé... pero ese día no pasaba el tren para Buenos Aires. Yo no lo sabía en ese momento... asumo que el pobre hippie debió pasar otro día sin bañarse acampando en el Parque Municipal Fortunato Chiappara... qué está bueno así que no debe haberla pasado mal!






Foto aérea del Autódromo de Pigüé. 























Fotos Aéreas de Pigüé. 




Vista del arroyo en el Parque F. Chiappara. 














Todas las fotos las saqué yo... espero que el hippie haya logrado mejores!!!
 Con un click se ven más grandes. 

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Espectacular.

9 puntos (te resto 1 porque faltó la foto del hippie...)

Para mi que no lo echaste para poder escribir esto!!!
(peligroso antecedente, en fin...)

un beso

F.

Valeria dijo...

En aquel momento ni se me ocurrió sacarle una foto!!! Que lástima che!

Anónimo dijo...

Te perdiste una segunda oportunidad... Podrías habernos "engañado" publicando una foto de otro hippie equivalente... Total... La diferencia... O sea... Y además nunca nos íbamos a enterar.

F.