04 abril 2011

De sexo no consensuado.

Como es de público conocimiento, me quejo. Pero no me quejo de que se me friza el pelo, ni de que aumentaron los cigarrillos. Hay cosas que pasan y quejarse es al pedo. Me quejo de la ineptitud, del caradurismo, de la incompetencia que nos dirige y de la corrupción que nos aletarga. Me quejo de representantes que sólo representan sus propios intereses, de defensores que nos atacan, de que la gente que se supone que está ahí para facilitarte la vida, no hace más que poner piedras en el camino. Me quejo de que cuando alguien merece algo no lo recibe, pero si recibe cosas aquél que hizo favores desfavorables. Me quejo de la impunidad con la que se hacen las cosas, de que se nos tome por pelotudos. De que el más inepto tenga mejor sueldo y de que el mejor puesto se lo lleve el amigo dé. Me quejo de que no se valore el esfuerzo, y mucho menos el compromiso. De que se premie la vagancia, y mucho más quejo de el panqueque que se da vuelta en el aire. Del que es indeferente al quilombo hasta que le toca a él, del que te dice que te calles a menos que debas gritar por él. Del que se olvida de los favores pidió, del que te hace llorar sin que se le mueva un pelo. Del que te dice que está mal que estés a favor y peor que estés en contra. De que el sindicato se coja a la patronal y la patronal nos coja a todos. De que  cuando te necesitan te llamen pero cuando vos necesitas, te pongan una patita arriba de la cabeza para que no puedas salir del pozo. De los que cuando estás "adentro" te tratan como una bosta a la que  le están haciendo un favor, pero que cuando estás "afuera" y la pegás, se hacen responsables de tu éxito. Me quejo del forro que se aprovecha de la necesidad del otro y me quejo de que son muy pocos los que al menos, se quejan. Y me quejo como loca porque hay gente que puede hacer algo para cambiar y no lo hace. Me quejo de que nos sigan cogiendo sin nuestro consentimiento.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Vale, Cuanta verdad!! Apoyo tu queja!!!
Rusa

Sofía dijo...

Vivan las quejas !alla ellos, los de caracter zen fengshui paz&amor liberen a willy que nos califican como insoportables, que no disfrutamos la vida, irritables sin sentido.
Si soy insportable: mejor, era la idea. Nada mejoraría ni cambiaría si no hubiera quejas. Viva la libertad de opinon, las quejas e inconformidades!

Valeria dijo...

No somos insoportables. Somos necesarios!